21/2 - El avión que me traía el martes desde Tonga aterrizó en el aeropuerto de Samoa Occidental el lunes. Por lo tanto, nuevamente, cruzo la "línea del tiempo".
Samoa se encuentra a hora y media en avión al noreste de Tonga, y está dividida en dos islas, Samoa del oeste (Upolu, Savai'i, Manono y Apolima, las principales entre otras) y Samoa Americana.
Ahora me encuentro en Upolu, donde pasaré varias semanas recorriendo las playas y algunos pueblos del interior, y luego iré a Savai'i, donde haré lo mismo. El mini-bus del Hotel Aggie Grey, un icono en Apia ( fundado como club en 1942), de 4 estrellas, hace de enlace entre el aeropuerto y la capital, por 20Talas p/p (1e= 3,41T), ya que aquí tampoco llega el servicio de guaguas. Me quedo en el Motel Tatiana, muy cerca de la Estación principal de Bus (que por cierto, estos carritos de madera están fluorescentemente pintados, tienen techos de aluminio, el interior todo de madera como las embarcaciones, los asientos de tiras de madera dura, durísima, y una música a todo volumen, probablemente para que nadie se quede dormido), el Maketi Fou (mercado) y de toda la zona comercial principal.
En 4 días he recorrido casi toda Apia, que es algo grande y bastante bulliciosa. Me recuerda "algo" a Suva ( Fiji). Aún quedan construcciones de 1900, que se mezclan con muy poco gusto con las nuevas edificaciones. Aunque muy pocos turistas responden entusiasmadamente a pasar varios días en la capital, a mí me encanta, pues la vida en la calle es muy movida: los dos mercados, las dos estaciones de guaguas, los bares y clubs llenos de sedientos clientes ante tanto calor, sobre todo al atardecer, y las diferentes músicas que provienen de las guaguas que pasan tan llenas de gente, que muchas veces parece que se van a salir por las ventanas de madera. Aunque es una aglomeración de pequeños poblados, la avenida principal, Beach street, se extiende hacia el este, siguiendo la curva de la bahía hasta el muelle, entre bares de copas y comidas, edificios del gobierno y comerciales, llegando hasta la Reserva Marina de Palolo, un santuario con cantidad de vida marina. Y hacia el oeste hasta la península de Mulinu'u, donde se encuentran muchísimos viejos monumentos y memoriales, bastante deteriorados, entre pinos, palmeras y variada vegetación, hotelitos, bares y clubs deportivos donde se puede tomar unas cervecillas con vista a la ciudad y al mar.
Uno de los días, cuando paseaba por la avenida coincidí con un baile tradicional samoano, organizado para unos turistas que viajaban en un ferry, en la trasera de la casita de madera de Turismo, bajo un enorme Fale ( casa tradicional samoana, rectangular, con techo de hojas de palma, sin paredes, mantenida por grandes poste de madera, por lo que la vida se desarrolla dentro, a la vista de todos). También, aprovechando que los martes el bar-restaurante Laumei Faiaga hace un Fiafia (buffet + baile tradicional, por 55T) me puse hasta el culo de Oka (pescado en leche de coco), Pu'ua (cerdo asado), Palusami (hojas de Taro con leche de coco), Fai'ai valu-valu (medio coco relleno de taro, coco rayado y pollo, y leche también de coco), mejillones dulces, Taro, Tapioca y algo más.
A diferencia de Cook, Fiji o Tonga, en Samoa se baila con un pareo o Lavalava que cubre todo el cuerpo de la mujer. Los hombres con uno corto a pecho descubierto. En muchos bailes ellas apenas mueven el cuerpo, siendo las manos las que transmiten toda la información mediante coordinados movimientos muy lentos. Ellos realizan parecidos movimientos polinesios con bailes más rápidos y golpes con las manos en pecho, rodillas y tobillos. Detrás, guitarras y troncos de madera hueco ( a veces usan alguna lata grande) ejecutan la música mientras que predomina el coro de voces masculinos con ciertos gritos "de guerra" cuando bailan, sobre todo, el Sivatao ( baile de guerra). El baile concluye con la danza Siva, un lento movimiento de cuerpo, manos y piernas que normalmente lo realiza la más guapa del grupo, y en los poblados una Taupou ( hija virgen) del Matai ( jefe), vestida con un traje de Siapo ( Tapa, más fino), elaboradamente decorado, y enseñando con sensualidad sus tatuajes, a veces untada con aceite de coco.
Antes de la llegada de los misioneros, según los primeros navegantes de la época, los bailes eran realizado por "...Venus de tersa piel con falda de hierbas y nada más!". Pero ahora, encontrar una samoana con un cuerpo medianamente estilizado es bastante difícil. Muchas están tan gordas hasta deformar cabeza y cara. Si en Islas Cook encontré gente extremadamente gruesa, aquí la cosa está mucho peor. Sin embargo, los hombres debido al trabajo, son algo más delgados, pero sigue habiendo gran cantidad de obesos en esta isla. Un claro ejemplo sucede con los niños, que son muy guapos de pequeños, con rasgos asiáticos, al igual que las niñas, pero ellas a partir de los 7 a 10 años empiezan a engordar rápidamente.